¡Bienvenidos a mi blog!

8 DE MAYO 2015

Ante todo, gracias por tu visita a mi web. Espero que te esté gustando y que puedas seguir compartiendo conmigo mis reflexiones sobre coaching y desarrollo personal, y sobre los temas que me interesan y he ido investigado.

Un día como hoy hace 70 años se firmaba la paz en Europa y comenzaba una etapa de esperanza y múltiples cambios en un mundo que anhelaba nuevas oportunidades. ¿Qué mejor inspiración para iniciar mi andadura en este blog?

No dudes en dejarme tus impresiones y sugerencias de mejora. El camino es más ameno y enriquecedor cuando se comparten los pasos…

¡Que disfrutes de la lectura!

Aprender a pedir

Desde mi posición “privilegiada” de acompañante de familiares de enfermos, creo que una de las lecciones de la que he sacado aprendizajes más claros es la que está relacionada con el arte de pedir. Sí, he descubierto que es todo un arte, que conocemos mal y que en ocasiones aprovechamos incluso peor.

Mi objetivo de hoy no consiste en presentar ninguna ponencia magistral ni en sentar cátedra, simplemente en compartir con vosotros otra de las “banalidades” del día a día que cobran un sentido superior (no en valor, sino en prioridad) en mi camino de dar la mano a los que conocemos más de cerca el cuidado de familiares enfermos.

Como os conté en mi anterior post, me he criado con una cierta admiración a esa Juana de Arco que muchas llevamos dentro, esa que está dispuesta a lanzarse a la batalla en una personal Guerra de los Cien Años, sin pensar en un desenlace que supere sus fuerzas. Sigue leyendo

Aprender a recibir

El camino hacia la aceptación de la enfermedad de mi padre ha venido acompañado para mí de muchas sorpresas, algunas mejores que otras, pero siempre con ese aspecto inesperado que trae la adaptación a una situación no buscada, por no decir, indeseada.

En la categoría de sorpresas, he conocido el apartado de “sorpresas técnicas”. Y es que descubrí que el mundo de la medicina tiene ese punto de ciencia ficción gracias al cual, unas máquinas punteras exploran el cuerpo por dentro sin producirle ni una sola incisión. Benditas máquinas…

En el caso del Alzheimer, la sorpresa añadida que estoy descubriendo es que una misma prueba médica, que pensaba que debería tener una única interpretación al apoyarse en datos objetivos, termina teniendo versiones finales distintas al consultar a dos profesionales diferentes. Sin ser médico, sólo puedo imaginarme que el cerebro humano sigue siendo una fuente inagotable de secretos sin desvelar. Por mucho progreso científico del que podamos ser testigos, supongo que distamos mucho de comprender cómo funciona la mente. Por eso, el factor humano de interpretación, que además de los datos científicos, aúna datos del entorno del paciente, mantiene un peso importante.

En este punto, el del factor humano, aparece mi mayor sorpresa. Sigue leyendo

Un mar de regalos

Han pasado un par de meses desde que escribí este testimonio para la web de Moving your Soul – Una forma diferente de vivir el Alzheimer, creado por mi compañera coach, Olga Romanillos.

Me llega el momento ahora de compartirlo con vosotros. Es mi forma de dar aliento a aquellos que, como yo, quieren encontrar un sentido pleno en el cuidado y acompañamiento de nuestros enfermos. Mi padre se ha convertido ahora en mi maestro en el aprendizaje del amor incondicional, aquel que me permite verle y disfrutarle como el ser completo que es y seguirá siendo.

Os pido por favor que lo compartáis con otros familiares de enfermos para que entre todos podamos tejer una red de apoyo que nos permita disfrutar al máximo de la esencia de las personas queridas.

Como coach y como hija de enfermo, me ha llegado el turno de acompañar a otros familiares que viven un proceso semejante. Estoy a vuestra disposición. Sigue leyendo

Grandes, muy grandes

Todo ha comenzado con una conversación telefónica. Una charla informal entre amigas que llevan tiempo sin ponerse al día. Deshilando el ovillo de nuestras vidas, hablamos de todo y de nada, con la confianza que da el poder ser uno mismo al sincerarse con el otro, sin máscaras ni medias palabras, pero con todo el cariño que se merece una conversación con sentido.

Tras colgar, me he sentido “en casa”, es decir, alegre porque esta amiga sea parte de mi red de apoyo, de la que tanto os hablo. Mi camino es mío y me toca avanzar por él, con lo que esto conlleva tanto de bendición como de sufrimiento. Sin embargo, algunos puntos de anclaje bien calados nos permiten tener la certeza de que podremos seguir adelante. Yo lo siento a menudo como cuando miro por el retrovisor del coche y me doy cuenta de lo que queda atrás, mientras siento que la carretera hacia mi destino está delante.  Sigue leyendo

Panadero a tus zapatos

La semana pasada pasé por una de las nuevas panaderías de Madrid, una de esas “tiendas de pan” donde prima la calidad de la materia prima y la vuelta a la tradición en la elaboración del pan. Me olía a pan de infancia, no os digo más.

Al día siguiente me fui a un pueblo al que llevo yendo muchos fines de semana desde que era niña. Conozco al panadero y a su familia de toda la vida y he visto cómo han trabajado siempre con ahínco para sacar adelante su negocio, adaptarse a los cambios y ofrecer productos variados y de calidad.

Los dos elaboran pan, hasta ahí no hay dudas. Sigue leyendo

Rabia, motivación y pasión

Una vez me contaron que lo que diferenciaba a la pasión de la rabia era la motivación. Si saco mi vena científica a pasear, sería algo así como:

  • RABIA + MOTIVACIÓN = PASIÓN

Me pareció una ecuación curiosa, la verdad sea dicha, en particular porque creo que eso de la “rabia” no me acababa de quedar claro. Rabia, ira, enfado u enojo… Aunque las utilizamos como sinónimos, aprendí como coach que expresan diferentes matices emocionales.

Todos sabemos cuándo nos sentimos enfadados o enojados: nos hierve la sangre, nos ponemos de mal humor, estamos listos para saltar a la pelea… Sigue leyendo

Disrupciones

La vida es un largo río tranquilo… Me inspiro del inicio anual de entrega de premios cinematográficos, ya sean los pasados “Goyas”, los recientes “BAFTAs” o los próximos “Oscars”, para retomar el título de esta comedia francesa de finales de los años 80, a su vez nominada a un premio César. Sí, como en el cine, la vida parece un largo río tranquilo… hasta que llega la temporada del deshielo, las aguas del cauce se vuelven turbias y todo el paisaje queda anegado por una crecida.

¿Cuántas veces hemos vivido momentos de desbordamiento emocional? ¿Y cuántas hemos sentido remolinos en la profundidad de nuestro “largo río tranquilo”? Sigue leyendo

Aprender a aprender

¿Eres visual, auditivo o kinestésico? O dicho de otra manera, ¿sabes cómo aprovechar al máximo tu talento natural para aprender? No pretendo redactar un ensayo sobre el aprendizaje, sino compartir con vosotros ciertas pautas que me ayudaron a asimilar nuevos procesos cognitivos.

Empezaré por una anécdota que me dio pistas importantes sobre mi forma de aprender. Sigue leyendo

Con fecha de caducidad

Así son nuestros propósitos al comienzo del nuevo año: con fecha de caducidad, como los lácteos. Vamos lanzados al supermercado de las buenas intenciones y cargamos la nevera de todas las metas que queremos lograr o de todas las aspiraciones que pretendemos alcanzar. Pero al igual que ese tarro de yogur invisible al fondo de la nevera, al cabo de poco tiempo olvidamos que hemos llenado las baldas de sueños… Tras la vuelta a la rutina, poco cuentan los bonitos propósitos que nos marcamos y la rutina lanza una manta para cubrir cualquier atisbo de emprendimiento que quiera asomar.

Más de uno sabe de qué hablo, ¿no? Cuando retomamos nuestros hábitos, cuesta hacer hueco para nuevas actividades… Bufff, ¡qué pereza, con lo bien que me va todo en el fondo! Claro, las cosas no tienen que ir mal para que aspire a avanzar. Sigue leyendo

En primera persona

La Vida es la mejor Maestra. Suena a tópico de dimensiones interestelares, como aquellas de esa nave espacial que ahora vuelve a las pantallas de cine. Sí, tópico… y sin embargo tan cierto. No hay ninguna forma de aprender lo que nos toca si no caminamos por la vida. Porque lo que a mí “me toca” es de mi dominio privado y fruto de mi propio recorrido por mi galaxia personal. Vaya forma tan contundente de comenzar este post…

Entenderéis mejor mi reacción si os comparto que estoy viviendo momentos de duelo. No es mi primer duelo porque ya tengo edad para haber dejado personas queridas en el camino pero sí el primero que vivo como coach. Siento mi proceso de manera distinta, ya que para mí adentrarme en el mundo del coaching fue transformador y me ayudó a verme con mayor nitidez. Sigue leyendo

Porque me lo pide el cuerpo

Será cosa de este resfriado con trasfondo de bronquitis que me acompaña (molesto compañero…) desde hace más de una semana. O será que yo misma caí en mi propia trampa hace unos días. Ya sea por una razón u otra, hoy me lanzo a hablar del cuerpo. Seguro que estáis pensando que, de nuevo, como en mi último post, me meto en un jardín. Quién sabe… No tengo la intención de hablar de alturas, anchuras, poses o colores de tez. Es algo más sencillo y que debería (y recalco este “debería”) ser más obvio.

Nos acordamos del cuerpo cuando tenemos frío, cuando nos damos un golpe, cuando salimos disparados a la calle y las piernas nos llevan, cuando alguien nos agarra la mano… Muchas veces la única comunicación con nuestro cuerpo es “por impacto”, a través del dolor que nos llega por alguna desagradable circunstancia. ¿Y qué pasa el resto del tiempo? Sigue leyendo

¡Culpable!

Lo admito y me declaro culpable. ¿De qué? ¡De tantas cosas…! ¿A que sí? No pasa un día sin que nos sintamos culpables o sin que otros nos lo hagan sentir. Me decido a escribir un post sobre este tema, que me parece tan delicado como tintado de valores culturales y creencias íntimas, sabiendo que estoy metiéndome en un jardín… Lo hago con todo el cariño del mundo, después de mantener algunas conversaciones sobre la cuestión con amigos que están en plena travesía del desierto. ¡Va por vosotros!

Cuando hablamos de culpabilidad, ¿a qué nos referimos? ¿Qué ocurre cuando se nos atribuye una determinada acción como consecuencia de nuestra conducta? ¿Cuando se nos acusa de haber cometido un “delito”? O lo que también es tan frecuente, ¿cuando somos nosotros mismos nuestro propio juez? Y quien dice juez, dice verdugo porque demasiado a menudo somos jueces poco indulgentes con nuestra naturaleza humana. Sigue leyendo

Con el hábito nuevo

El hábito no hace al monje, eso dice el refrán. Sin embargo, hoy me he propuesto desmontar a mi manera este proverbio… Os lo suelto a bocajarro mientras esbozo una sonrisa, pensando en lo poco favorecida que me vería vestida con los colores sobrios y contundentes de un hábito holgado.

Sobrio, contundente y holgado… Hablamos de una prenda predecible de la que todos conocemos la apariencia. Siendo más poéticos y figurativos, creo que todos conocemos (o creemos conocer, matizo) el atuendo que mejor nos sienta, aquel que realza la mejor imagen que queremos transmitir de nosotros mismos. Hasta el día en el que siento que esa prenda que me iba como un guante me incomoda, me pica, me viene corta, ha dado de sí o bien no tiene un color que resalte mi carnación. Mi fondo de armario me parece entonces poco acorde con mi momento y, aun sin admitirlo plenamente, percibo que es hora de confeccionar nuevos patrones de costura.

Antes de seguir dando puntadas al tema, voy a contaros qué nos lleva a menudo a cambiar un hábito. Sigue leyendo

Un impulso de generosidad

Hoy me he propuesto contaros mi versión de los hechos. Sí, Señoras y Señores, voy a retomar un tema mil veces relatado que no deja sin embargo de ser objeto de malentendidos. Hablemos de generosidad…

Para comenzar, se me ocurrió mirar la definición del término en el Diccionario de la Real Academia Española y os aseguro que me quedé pasmada. No voy a recoger aquí todas las acepciones que nuestros académicos recabaron pero os animo a que le echéis un vistazo: http://lema.rae.es/drae/?val=generosidad. Así llegó mi primera sorpresa al tratar de dar una vuelta de tuerca a la “generosidad”.

Si os cedo la palabra (nunca mejor dicho), ¿qué os viene a la cabeza? Sigue leyendo

Todo es relativo

Mi mes de septiembre está siendo “revolucionario”. Muchas cosas pasan a mi alrededor. Las menos agradables inundan los periódicos y los telediarios. No hace falta que os las relate para que seguramente os vengan a la mente imágenes de los estremecedores acontecimientos que están sucediendo.

En el otro lado de la balanza, noticias alentadoras y esperanzadoras que me reconfortan infatigablemente sobre la verdadera naturaleza del ser humano. En una nota más personal, me llegan noticias de superación y logros de gente de mi entorno a la que aprecio, lo que termina de confirmar mi profundo convencimiento sobre nuestra capacidad de avanzar y reinventarnos.

Este post sobre las dos caras de la moneda me permite hilar sobre la dualidad en la que dividimos tantas veces nuestras vidas: bueno o malo, frío o caliente, bonito o feo, listo o tonto… Sigue leyendo

Escuchar el silencio

Silencio… Salir de la ciudad en verano me ha recordado el valor del silencio, poderosa herramienta de escucha. Una escucha que puede ser tan íntima como compartida, tan interior como abierta al otro…

Silencio… Dejar paso a que los sonidos tomen su amplitud sin las alteraciones de los ruidos del entorno. Ruidos físicos que acompañan la vida urbana, tanto en las calles con sus vehículos, obras y griterío, como en los hogares, donde todos los aparatos que nos simplifican la vida nos dificultan la escucha. O ruidos mentales que deforman los mensajes propios o ajenos con aquellas historias que nos contamos y que reducen la escucha real de nuestras emociones y nuestra intuición. Sigue leyendo

Renovarse y vivir

Vuelta de vacaciones… Pasados mis días de descanso, regreso al trabajo con la firme convicción de que el inicio de curso trae aires renovados para nuevos proyectos. Salir de las restricciones horarias y laborales me han permitido conectar con todo aquello que la rutina diaria hace que dé por sentado y no aprecie en su justa medida. El ocio, la buena compañía y la vida sin reloj resultan ser la mejor terapia para recargar las pilas y conseguir que hasta el último electrón del cuerpo se recoloque en su sitio.

Con la energía “refrescada” (es una forma de hablar, que el verano madrileño comenzó con temperaturas demoledoras…), caigo en la cuenta de que las vacaciones estivales marcan el final de un ciclo y el inicio de otro. Sigue leyendo

Hay muchas maneras de decir adiós*

Así se titula en español el último libro que escribió David Servan-Schreiber, a pocos días de fallecer en julio de 2011. A casi cuatro años de la pérdida de este médico excepcional, me gustaría que este post sirviese de humilde y sentido reconocimiento a la labor que desempeñó.

Fue el autor de “Anticáncer”, un libro que causó un gran revuelo por establecer científicamente que el cáncer puede (y debe) beneficiarse en su tratamiento de terapias complementarias. Sigue leyendo

Permiso para jugar

Jugar, jugar, lo que se dice jugar no parece nada muy serio en los tiempos convulsos en los que vivimos. Si hacemos la lista de prioridades de nuestra vida, pocos serán los que ahí apunten este verbo. De hecho, hacía ya un tiempo que ni me acordaba de sacar a relucir esta palabra. ¿Qué motivo me lleva ahora a hablar de ello? Ahora mismo os lo cuento…

Os pongo un poco en antecedentes para que veáis de dónde viene mi reflexión. Sigue leyendo

El arte de decir que no

Decir que no… Parece lo más sencillo del mundo y, sin embargo, pensad en la cantidad de veces que no os habéis atrevido a decirle claramente a alguien que no, que no estáis por la labor de hacer esto o aquello. Más de una, ¿verdad?

¿Qué me pasa cuando digo que no?

Si me remito a la realidad que me rodea, decir “no” equivale a menudo a que le cuelguen a uno la etiqueta de borde y de egoísta. Sigue leyendo